No puedo revivir a mis parientes fallecidos, pero sí puedo revivir un blog abandonado. Claro, como yo mismo lo digo, no puedo andar por la vida dejando cosas inconclusas. Y esto no se ha concluido.
Como mucha gente, pensé que en las vacaciones tendría mucho tiempo para mantener actualizado mi pequeño espacio en internet. Como ustedes pueden ver, no fue así. Fue una mezcla, en realidad, pero los resultados están a la vista.
Este verano fue un tiempo importante. A mi parecer, terminé con una etapa importante y muy marcadora de lo que soy y de lo que seré en el futuro. Fue un proceso de dos años aproximadamente, en donde pasé por varias sub etapas donde algunos de los elementos más constantes fueron un odio al mundo y a la manera de hacer sociedad del mundo occidental y fundamentalmente chileno por estos días, el odio a lo que hice en el pasado, un sentimiento de soledad cumpulsivo, crueldad con la gente y otras cosas por el estilo... El auténtico antagonista de muchas vidas, al parecer.
Pero pasó. Y pasó casi mágicamente al pasado. Se fue, o mejor dicho, logré sacar de mi vida aquello que provocaba el dolor y, por ende, el resto de los problemas. En su lugar, mucha tranquilidad, estabilidad, ganas de hacer cosas por la vida, de aprovechar las oportunidades y casi la entereza de mi aceptación de mí mismo. Falta por avanzar, pero está bien para mí mientras aún tenga tiempo en esta tierra. Nadie es perfecto y no se puede estar más cerca de eso teniendo 16 años. Eso sí. Lo de la edad es importante todavía jejeje. Hasta me di el lujo de usar esa onomatopeya que tanto detesto en escritos, para mi gusto, formales.
Aún así, uno nunca deja de tener problemas, por algo tiene gracia estar vivos, es decir, nunca esperé no tenerlos; empero, la situación cambia cuando el problema nunca esperó tenerse y no se sabe cómo enfrentarlo... Resulta irónico, a veces, entrar a pensar en ello. Les adelantaré que nuevamente es con la gente.
Por ahora, sólo he despertado a mi pequeña publicación. Luego vendrá retomar lo de fondo.
Saludos a todos por ahora y gracias por su tiempo.
[Insisto...]
Como mucha gente, pensé que en las vacaciones tendría mucho tiempo para mantener actualizado mi pequeño espacio en internet. Como ustedes pueden ver, no fue así. Fue una mezcla, en realidad, pero los resultados están a la vista.
Este verano fue un tiempo importante. A mi parecer, terminé con una etapa importante y muy marcadora de lo que soy y de lo que seré en el futuro. Fue un proceso de dos años aproximadamente, en donde pasé por varias sub etapas donde algunos de los elementos más constantes fueron un odio al mundo y a la manera de hacer sociedad del mundo occidental y fundamentalmente chileno por estos días, el odio a lo que hice en el pasado, un sentimiento de soledad cumpulsivo, crueldad con la gente y otras cosas por el estilo... El auténtico antagonista de muchas vidas, al parecer.
Pero pasó. Y pasó casi mágicamente al pasado. Se fue, o mejor dicho, logré sacar de mi vida aquello que provocaba el dolor y, por ende, el resto de los problemas. En su lugar, mucha tranquilidad, estabilidad, ganas de hacer cosas por la vida, de aprovechar las oportunidades y casi la entereza de mi aceptación de mí mismo. Falta por avanzar, pero está bien para mí mientras aún tenga tiempo en esta tierra. Nadie es perfecto y no se puede estar más cerca de eso teniendo 16 años. Eso sí. Lo de la edad es importante todavía jejeje. Hasta me di el lujo de usar esa onomatopeya que tanto detesto en escritos, para mi gusto, formales.
Aún así, uno nunca deja de tener problemas, por algo tiene gracia estar vivos, es decir, nunca esperé no tenerlos; empero, la situación cambia cuando el problema nunca esperó tenerse y no se sabe cómo enfrentarlo... Resulta irónico, a veces, entrar a pensar en ello. Les adelantaré que nuevamente es con la gente.
Por ahora, sólo he despertado a mi pequeña publicación. Luego vendrá retomar lo de fondo.
Saludos a todos por ahora y gracias por su tiempo.
[Insisto...]